Vamos a dar unas pinceladas muy genéricas de lo que son los compuestos orgánicos volátiles, con las siglas, COV, en español y VOC en inglés.
Son gases procedentes de sólidos o líquidos, en una temperatura ambiente normal, altamente contaminantes de la atmosfera y de nuestro organismo.
Los que encontramos más habitualmente en el aire son propano, benceno, tolueno, metano, n-butano, etileno, i-pentano, etano y n-pentano. Se clasifican en 3 grupos según su peligrosidad. Si quieres ampliar información puedes verlo aquí
¿De dónde salen?
En general, las actividades que emplean disolventes orgánicos son las que más emisión de COV producen.
Su origen en el interior se puede encontrar en productos de limpieza, ambientadores, insecticidas, mobiliario, alfombras y otros textiles, equipos electrónicos, pinturas y barnices, combustibles de calefacción y humo del tabaco.
En exterior principalmente se originan por combustibles de vehículos, de calefacciones, aire acondicionado, industrias y pinturas.
Como puedes ver, estamos rodeados en nuestra vida cotidiana de las fuentes de estos gases tóxicos, con una gran concentración en los interiores de viviendas, oficinas y edificios en general.
¿Qué consecuencias tiene la exposición a COVs?
Cuando los COV se mezclan con óxidos de nitrógeno, se forma ozono a nivel de suelo o troposférico, que reaccionando con luz solar, se origina lo que se conoce como smog fotoquímico. Por otro lado también ayudan a la destrucción de la capa de ozono.
Las consecuencias de esto, es que el aire que se respira se hace peligroso para nuestra salud, pudiendo dar lugar de forma inmediata, dependiendo de la exposición, a irritaciones de las vías respiratorias, de ojos, asma, irritabilidad, alergias, dolores de cabeza, falta de concentración, entre otros. A largo plazo pueden causar daños en los pulmones, riñones, hígado, sistema nervioso central y algunos tipos de cáncer.
Por ello distintas normativas Europeas y Españolas imponen límites de emisión de COVs a los fabricantes de los distintos segmentos industriales.
Los COVs en las pinturas
La emisión de COV en las pinturas es mayor en el proceso de aplicación y mientras esta húmedo, pero aún seca sigue emitiendo COVs. La pintura es considera la segunda fuente de emisión de COVs.
El uso de pinturas con bajo o cero COV van a mejorar la calidad del aire interior y reducir el smog urbano. Una pintura con un contenido <5g/L de COV se considera CERO-COV.
Podemos diferenciar estas pinturas sin COV por su baja emisión de olor y por el alto contenido solido. El contenido solido de una pintura convencional es de un 25-45% y cuanto mayor es el contenido solido de una pintura, menor es el contenido de COV.
En la imagen puedes ver las limitaciones del contenido máximo de COVs según la directiva Europea D.2004/42/CE, resumida en esta guía .
Nanopinturas
En la fabricación Nanopinturas no emplea disolventes ni ningún derivado del petróleo. Todos sus productos son base agua y base alcohol. El contenido solido de sus pinturas es entre un 60-95% y todos los productos son CERO-COV . Cumple normativa europea Reach y RoHs. La nanotecnología permite mejores resultados con componentes más saludables.
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